miércoles, junio 13, 2007

Crónicas de librería (Final)

La librería ha entrado en su agonía final luego de una larga y penosa enfermedad (me encantan estos eufemismos). Se estima que su vida se prolongará hasta el próximo sábado. Aunque nada es seguro. Puede que resucite mediante alguna técnica vudú, pero ya sería medio zombie.
Los que deseen, pueden pasar a dar el pésame, a saludar o a disfrutar los últimos mates con quienes tan amablemente hemos servido en el lugar hasta estos momentos.
Si no hay superficies de contactos, hay dispersión. Que es a lo que seguramente nos atendremos cuando ese trabajo precario deje de re-unirnos. Después, ¿que viene después? Seguro más trabajos flexibles, nómades, en negro; quizás mas trabajo inmaterial desde nuestras casas (por el que pagan poco, y se trabaja mucho más que las ocho horas por las que murieron luchando verdaderos trabajadores).
En fin, el mundo del precariado. Pero también, el de la inmensa –e intimidante- libertad de pensar en autogestionar todos los aspectos de nuestras vidas. Como me dijo A., cuando me vio saliendo este mediodía con la noticia en mi semblante: “Algo vamos a hacer. Basta de tener que pedir por favor”...
Levanto mi copa entonces, no sin algo de miedo, por lo que viene después…
A propósito: ¡Que hermoso disco “Después”, de Melero!, creo que me pondré a escucharlo en este preciso momento…