sábado, junio 16, 2007

Arquíloco

Corazón, corazón, agitado por penas sin remedio,
¡resurge!, defiéndete de los malvados con tu pecho
plántate firmemente ante la emboscada de tus enemigos,
y ni, venciendo, te jactes ostentoso,
ni vencido, gimas postrado en tu morada.
Alégrate en la dicha y enójate en la desgracia,
no en exceso. Conoce el curso de la vida humana.

Arquíloco (712-664 a.C)


(sacado del libro "Consejos sexuales en homenaje a Alvarez Rabo", Colección Cretino, España, 2007; que tan gentilmente me hiciera llegar el gran dibujante homenajeado)