Por: Susana Andrada (Titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC))
En la Argentina no existe un plan nacional para la educación en el consumo. En Brasil, por dar sólo un ejemplo, hay una campaña en medios masivos de difusión donde informan cómo la población puede alimentarse con frutas y verduras de estación. Acá eso no existe. Nosotros salimos de un modelo de consumo tan tecnificado que aún hoy, con las tremendas y profundas dificultades económicas que hay en el país, en el Gran Buenos Aires encontrás gente que tiene tierra fértil y es más propensa a comprar un Tang que a sacar las naranjas de una planta. No hay una conciencia en el consumo, ni hay una conciencia de ahorro. Aun cuando organizar una dieta económica es posible y sólo hace falta seguir pautas básicas. Si se consume frutas y verduras de estación, el ahorro es de un 50 por ciento (respecto de los productos que no son propios de esta época del año). Y los menudos de aves y vacunos –baratos– tienen las mismas proteínas que un churrasco. ¿Por qué la mayoría de la gente no pone en práctica estos recursos tan elementales? Porque hace falta difundirlos. En Brasil, Lula aparece en los televisores diciendo: “Cocine, ahorre”. Acá, no. En el Gobierno se la pasan hablando de la distribución, pero destinan un presupuesto cero a la difusión de pautas básicas de cultura alimentaria.
martes, junio 23, 2009
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|