lunes, febrero 18, 2008

Se pudre todo en el Puerto y en el Mercado Central

Por: Omar Chabán (en exclusiva para mqc blog)

Yo quedé como el Maradona de la precariedad, está bien; y hoy soy el enemigo público número uno... Pero ahora me enteré que en el Puerto se va a armar el corredor de la festichola eterna. Que los cuatro galpones de ese lugar paradisíaco (y si nó, desmiéntanme los que crean que los solares donde están “Bugatti” y la Aduana no parecen locaciones de “La Isla de la Fantasía”) se convertirán en gallineros crespenses para que los bípedos emplumados arriados por un ex funcionario bustista devenido empresario de la noche se pongan con tutti y cuanti, ¡Y todo en nombre del rock and roll!. Nada que ver con Cemento, ahora planean hacer del Puerto un Puerto Madero (¿quién será su Alan Faena?), orientado para el gronchaje de clase media alta, el peor de todos. Un corredor de lucro privado cuyo principal damnificado será el río marrón que tanto desvela a las almas sensibles y a los ex pasistas de la murga contra el Paraná Medio. Si antes este ex funcionario, Marissa come pizza, se le escapó al desmoronamiento de barrancas cuando tenía Budha, el río no podía hacer lo mismo con la basura que se generaba ahí todos los fines de semana y a la que el día siguiente se podía ver flotando río abajo como un islote municipal de plástico, o un cadáver político. Eso porque el ex gobernador arregló todo con sus amigos antes de irse. (¿Dónde irá a parar la escuela de canotaje, por ejemplo?) Pero el municipio no se quedó atrás. En el Mercado Central pretenden hacer un paseo, con comedores, microcines; un minishopping, bah, que se cargará a todos los puesteros con años de antigüedad y a los lugares culturales sostenidos a pulmón durante todo este tiempo de ineficacia estatal para poder producir algo interesante. Todo este pueblo es un gran Crogmanon, al fin de cuentas. Así que no se asombren si en breve, en vez de funcionarios progres que se bajan los lompas antes privatistas cordobeses y que le compran un pedazo de ilusión de pertenencia a un menemismo tardío, me ven a mí ocupando un carguito, o una nueva subsecretaría creada a mi perfil. Lo primero que hago, es cerrar todos los lugares públicos con una “media sombra” y que arda Troya, total a nadie parece interesarle... Ahora, como forma de resistencia pasiva ante este atropello a los espacios públicos, me dejaré crecer la barba y los pelos del culo.
Saluditos a Gaby Álvarez, suerte que no anduvo vacacionando por estos lares, si no nos dejaba un par de motomandados menos.