Espontaneidad = Libertad

Por: [StIkEr**] (15 años)

Le falta de espontaneidad nos quita la libertad…

Es un pensamiento, y por lo tanto un accionar, sistemático. Una idiosincrasia que nos inculcan desde que nacemos (cuando nuestros padres nos retan por alguna boludez que hacemos sin perjudicar a nadie). Se acentúa y termina de formarse en la escuela, un lugar en donde solo hacemos lo que nos dicen que hagamos y decimos lo que nos dicen que digamos. Si fomentamos la no espontaneidad nos quedaremos sin libre pensamiento, no desechemos a los libre-pensantes

Muchos sabemos que cuando un grupo sistematizado reconoce a un individuo que no sigue las reglas del sistema lo excluyen por mero instinto; bueno, cuando salimos a “algún lugar” tenemos ese objetivo, pero si por alguna razón el grupo entero no tiene ganas de hacer eso y uno de los integrantes se anima a comunicarlo en voz alta, el grupo recalca que “ese lugar” es el objetivo y hay que cumplirlo, ese es un pensamiento sistemático que nos quita a la espontaneidad… Cuando lo único espontáneo que nos quedaba era el arte en el siglo XX, se impuso crear arte en busca de un mensaje u objetivo preconsensuado o como premisa… El arte debe ser espontáneo si se intenta crear arte con un objetivo sale cualquier cosa (no hay mejor creatividad que la no aplicada a un pensamiento impuesto).

Gente: Seamos espontáneos y dejémonos de boludeces, si tenes ganas de hacer algo, hacelo si no perjudicas a nadie buscando satisfacerte.

Si perdemos esta libertad ya no buscamos la felicidad, el placer, la satisfacción; solo seguimos preceptos prefundados… Nacemos, vamos a la escuela, a la universidad, trabajamos (en cualquier cosa que nos de plata… no interesa si te gusta o no), morimos; si esa vida buscamos sigamos pensando así que vamos derecho eso. La vida la vivís haciendo lo que te gusta, sino hacemos de nuestra existencia algo tan frágil que se compararía con las películas Matrix o Vanilla Sky.

La no-espontaneidad no nos deja separarnos de nada, y hace a los intereses económicos dominar nuestra vida.