El pasado viernes hubo un encuentro sobre periodismo cultural en la sede del Club Social organizado por la SADE del que participó nuestra coeditora del fanzine y el blog, entre otros invitados. Pasado el primer estupor, yo que pensaba que el encuentro era un homenaje al Divino Marqués y que me iba a encontrar con una orgía en vivo (había llevado mi ropa sado, y hasta un látigo de tres puntas), me quedé con ganas de acotar algunas cosas a la charla. Pero el tiempo fue tirano, y Maldonado es un tipo de cultura de tierra adentro, de voz gruesa e ideas claras, que impuso respeto enseguida... ¡La hizo callar hasta a la Chury! ¡Que miedo!
1) ¿Por qué, para abordar la cultura (que es subjetividad pura), no hacerlo desde la subjetividad misma y desterrar el karma de la pretendida "objetividad" periodística, al menos cuando hablamos de cosas sensibles?. ¡En la vida no se puede ser objetivo, menos se puede serlo escribiendo sobre algo que nos afecta emotivamente! Alguien en la mesa dijo que la cultura no tiene que ver con la política. El hacer es política, el pensar es política. ¿Cómo no va a tener que ver?
2) La crítica en los medios locales no existe, no por las obviedades de las limitaciones de espacio-tiempo, porque el medio es una empresa y todo el bla bla capitalista que conocemos (que un medio sea una empresa, no necesariamente presupone que sea un Mc Donalds en donde se tiren noticias formateadas como hamburgesas), sino porque en este pueblo nadie quiere asumir el difícil lugar de cruzarse en la calle con los hacedores de cultura, y que alguien le de vuelta la cara. Este pueblo es "Dogville", todo es transparente y lleno de intrigas, así que siempre es mejor llevarse bien con todos. Esa es la verdad. Que no se malentienda: esto es una descripción general, no una acusación (advierto ante posibles malentendidos, estas líneas pretenden ser complementarias a la charla, una prolongación del debate que no se alcanzó a dar). También faltan unas pizcas de capacidad de escucha, caminar mas y saber leer las renovaciones, los nuevos significados que luchan por circular, ¡Falta curiosidad, riesgo, poner el cuerpo y la 1º persona en palabras (y hechos)! Porque si la crítica genera reacciones, bienvenida. Así deberíamos saludar todo lo que movilice algún ejercicio de pensamiento, y no producir un repliegue defensivo de aferrarse a los lugares cómodos harto transitados.
3) La cultura no es una gacetilla. La cultura no es la que "bajan" los organismos oficiales. La cultura late en todo lugar en donde la libertad necesita estirarse para que otras voces y otros ámbitos canten sus buenas (o malas) nuevas. ¡En el periodismo cultural falta un poquito de rock and roll, también! Y salir de la iconización permanente de figuras "representativas" de nuestra cultura, muchas veces amigos de la casa de los periodistas. Eso fija, produce inmovilidad. Por cada figurita repetida en los medios, se pierde espacio para otra emergente.
4) Este encuentro fue inédito. Estuvo muy bueno, algunas intervenciones fueron mas que interesantes. Quedaron algunas cositas en el tintero: por ej. hablar de los weblogs (el amigo Riani tenía la intención, pero no llegó con el tiempo), en donde existe la crítica cultural cruzada con la mas pura subjetividad, y en donde se escapa a los formatos y mandatos de lecturas periodísticos.
¡Por lo menos, así lo veo yo!
PD: Al borrar el posteo anterior, se borraron los comments. ¿Los que lo escribieron, se coparían en reescribirlos? Graccie!.
viernes, diciembre 10, 2004
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