Loquerías, ahílotenés!

El Chary y cía, un poquitín nerviosos -entre los fernets que mucho reclamaba Anteojo mucho se demoraban y un par de detalles de sonido-, me dejaron (evito el nos, para que nadie se ofenda o etcéteras posibles) una linda sensación salvaje de alegría triste, de abracito de aguante de alguien que se queda con nosotros una noche imposible sin siquiera mencionar que algo puede llegar a mejorar, apenas acompañando con la compañía del silencio. Loquero lo hizo con bastante ruido, del copado.
Recorrió todos los discos, incluido Black por supuesto, a marcha pausada y constante. A pesar de haber escuchado ocasionalmente de dos pibes que se debatían a quien más fanático, la posta de cuáles serían los temas con los que la banda de Mar del Plata abriría la noche, fue todo sorpresa el órden de las canciones, hasta llegar al cierre con Show bizz, Ghost in the F.O.R.A. y Atlántida.

A veces sólo se tiene ganas de contar algo, a veces la trascendencia queda de lado y está bien, a veces se aprovechan los espacios y se trata de compartir... a veces simplemente hay ganas de algo, a veces las cosas pegan de una manera linda y hay que escribir. A veces se escribe mejor que otras, a veces se toca mejor que otras...

Yo quería ver a Loquero, me tenía que ir de viaje en agosto, me tenía que ir y me quedé a verlos y nada, me quedé con las ganas y me sentí decepcionado y puteando al destino si es que existe o a Dios o al azar e incluso a mí mismo por ser tan yeta... pero me vuelvo justito este findesemana y me voy de cajón a encerrarme en esa maraña poguera punk, entre gritos, sacudidas, levantadas, desórden (bendito) y desafinados cantantes anónimos de los que no figuran en las (in)formaciones de los discos y que suben, hacen su parte y bajan nuevamente... nunca permanecen arriba...

Yo quería loquerías y ahílotengo... perdón por la intromisión en vuestro tiempo y lectomirada, a veces hay ganas de joder y a veces se jode sin ganas de hacerlo.

ADVERTENCIA TARDÍA: ¡ESTO NO ES UNA CRÓNICA!