domingo, agosto 29, 2004

Día de campo en La Picada

El día de calor nos despertó con un hippismo repentino, la tecnología de la amistad macedónica sincronizó y partió rumbo a las místicas tierras verdes de La Picada; los pescados fritos del viernes calentados a la parrilla, asado, verduras, Carca, Natas, Spinetta y Smiths de fondo, luego larga caminata al sol por las calles de tierra, con la vegetación peleando por entrar en los pulmones; los restos de una vieja vía, los espinillos, un Tocornal caliente de mano en mano como Withman al sol mucho antes y después también; entrada al parque General San Martín, larga playa de arena blanca, el arroyo frío corriendo, los pescados ¡tomando sol casi en la costa! (la pesca está prohibida ahí) alegría veraniega, el Gran Pez yendo y viniendo; la alegría de estar vivos bajo el sol, quemando las malas vibraciones, regenerando la química que a veces se empaña, luegos unas cervecitas en el parador perdido, cualquier lugar podría ser ese pero no, vuelta al rancho, otra dosis de rock Carca, campos verdes, los misterios de la energía...
Un domingo de esos felices, felices, de sol, de sol...