“Tengo una pésima opinión de la clase media argentina. Es un combate personal. Pertenezco a esa clase y eso es lo que más me irrita. Pero la irritación es extensiva a todos los que están salvos en el sistema capitalista, a la falsedad enorme y la injusticia sobre la que está construído el pensamiento clase media. Me enojo tanto que no lo puedo disimular, y se me escapa en las películas. Entonces tomé la decisión de hacer cosas de terror porque de última parece un chiste y no parezco una mina amargada y mala. El confort y el bienestar tienen como base ideas aterradoras, y no sé cómo no nos podemos sentir indecentes. Por eso me angustia y me enoja todo esto que sucede a partir del caso Blumberg, y encima combinado con La Pasión De Cristo. (...)”
Lucrecia Martel, directora de La Ciénaga y La Niña Santa, en revista La Mano, Nº 2, Mayo 2004.
