martes, noviembre 03, 2009

"Malvón" -el folletín- (2º entrega)

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10.
Y corrió, corrió; al ritmo del latido de su corazón.
¡Desde 5to grado de la escuela no sentía esa adrenalina; cuando regalaba chupetines a su novia Myriam! -amor prohibido- (prohibido por los hermanos de esta). “Si te acercás a la Myriam, te cagamos a palo, flaquito”. Ahora era lo mismo: el tótem de la cultura occidental cristiana se erguía sobre él, de golpe: era la regla; la prohibición; podría andar con quien quisiera, ¡menos con un malvón!

11.
Plagiaro abrazó el malvón y pensó: escapar, sí, pero ¿hacia donde? La vecina lo vio, o alguien botoneó, la cosa es que gritó: “ladrón”, “ladrón”. “Sí, ladrón, pero del amor”y pensó en Alberto Migré: ¡qué argumento para un novelita!
Sus latidos vibraban como los pistilos de su planta amada; la observaba y trataba de deducir: ¿qué era? ¿Una malva loca?, ¿Una malva real?, ¿Una malva rosa?, ¿Una malva del príncipe?, ¿Una malva doncella?

12.
En eso siente una bocina y lo ve a su amigo Ramsés montado en pelos en su chata: “¿Adónde vas corriendo con esa planta, boludo?”. “No sé”. “Entonces subite, vamos hasta Lago Agrio, al Millenium Bar por unos roncitos”. “Pero eso queda en el amazonas ecuatoriano”. “No es problema para mi chata”. “Ok, vamos” “¿Vas a ir con ese malvón tanguero, planta silvestre y conventillera, boludo? ¿Por qué no la dejás?”, le dijo Ramsés.
Plagiaro miró a su amigo, y eso bastó. “Vamos, suban entonces”, concluyó.

13.
En menos que canta un gallo, flotaban en la Chevrolet del `64 al lado del Cerro Tronador, que justo estornudó lava y humo y todo fue una nube irreal, propicia para manifestar el amor cotiledóneo.“Paren, asquerosos inmundos, aflojen con los arrumacos”, intentaba en vano Ramsés. “Paren que ya llegamos, y aquí son bien machistas”. “Este es el Millenium Bar, cuna de la cumbia amazónica, las colombianas peteras y drogadictas; te aconsejo tomar un `muerte súbita´, que es lo que seguro tendremos si no dejás de besuquear esa planta putarraca”

14.
Pintó la cumbia; Los Inquietos descolaban los bafles. El gasoil y el ron corrían. Un séquito de prostis desdentadas ofrecían sus bocas peteadoras ¡chúp! ¡chúp! ¡chúp! a quién quisiera. Ardía el Millenium Bar sobre el oleoducto que escupía petróleo al norte; salían los barcos cargados de Buenaventura y Plagiaro sólo tenía ojos para su planta…

15.
¡Báng! ¡báng! –se escuchó de golpe- y, como en la selva los tiros no vienen solos: ¡báng!¡báng! ¡báng! y ¡recontra báng!. Acto seguido, cortóse la luz. Ramsés dio la orden: “¡retirada!” mientras se sacaba de encima a una peteadora híperarchiconcentrada en su metié. Salieron y en la puerta encontraron dos cuerpos acribillados, en vez de sangre salían de sus heridas altas cumbias, y de las buenas. Un ejército de motomandados rodeaba a los muertos y uno de ellos gritó: “¿Dónde está Plagiaro?” “¡Miren lo que les pasa a los que no contestan!”

16.
Era un ejército de motomandados-punteros enviados por El Periodista Operador. Su jefe, el Pacha Escobar, quería la recompensa que el gobierno ofrecía para el que encontrara a Plagiario; (necesitaba many para un canal de TV). En eso, de entre las peteadoras boquiabiertas, se recortó la figura de La Conductora del Noticiero Local:
“¡Plagiario es mío! ¡Yo lo encondré primero! ¡Chúp!” Plagiaro ni lo pensó, y con su malvón, subió al móvil del canal, y con La Conductora del Noticiero Local al volante, salieron en busca de la Panamaricana. Ramsés se quedó en el Millenium, aprovechando que en la oscuridad dos morenas se encontraron peteándolo en simultáneo.

17.
La Conductora del Noticiero Local conducía y ensayaba un speech: “En edclusiva pada Canal ***, encontramos a uno de los desapadecidos más impodtantes en democracia”, no, a ver, “En edclusiva pada…”. Plagiaro, en el asiento de al lado, pensaba: “¿Convertirme en un monigote mediático? ¿Un mediático de Paraná, encima, codo a codo con los que hacen espectáculos revisteriles?” “Antes muerto, yo y mi malvón”

18.
Ya habían pasado de la selva a la sierra, y de ahí a la costa. Refulgía el Pacífico cuando una moto se interpuso on the road. La Conductora del Noticiero Local detuvo el móvil; por si faltaban personajes ¡eran El Periodista Amarillo y El Periodista Chivo!, las estrellas del canal de la competencia de Paraná, ambos también en el Ecuador. “¡Alto en nombre del canal más visto de la ciudad!”, dijo el motoquero amarillo. “Ratisalil calma el dolor”, agregó inconducentemente El Periodista Chivo. “Pedo mi canal se ve en todo el litodal, y el de ustedes no”, interpuso La Conductora del Noticiero Local “¡La primicia es nuestra!”, dijeron los tres a tono.

19.
Mientras por la ruta, sobre el horizonte, empezó a aparecer el ejército motomandado de El periodista Operador. Los periodistas veían esfumarse la exclusiva y la recompensa de haber hallado a Plagiaro y su malvón…¡en la selva del Ecuador! El Periodista Amarillo sintió hervir su sangre: “a mi juego me llamaron”, pensó, montándose sobre el capó del móvil de TV, de frente a la ruta, mientras La Conductora del Noticiero Local vociferaba “¡Abajáte de ái, motoquedo drucho! ¡Chúp! ¡Chúp!”. El Periodista Chivo, en tanto, sacó la calculadora y se puso a teclear sin ton ni son, soñando quien sabe con qué publicidades por venir…

20.
El Periodista Amarillo puso sus manos en la cabeza cual Tu-Sam y, encarando a los motomandados, levantó una mano ordenando: “¡Alt!” y luego “¡Sit-down!” Los jinetes mecánicos de El Periodista Operador frenaron, presos de una extraña hipnosis, y bajaron de sus motos escapes-libres sentándose en medio de la Panamericana; mas no todos. Algunos, de oídos harto quemados, con tanto ruido de sus propias máquinas, siguieron su andar en dirección a Plagiaro, quién miraba todo abrazado a su malvón. El Periodista Amarillo hizo una mueca y reforzó su concentración con tanto ímpetu que ahí, en el acto, sobre el móvil del canal, ¡se desgració!

(Continúa el próximo lunes)